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Una Chilena en Bollywood!

La Chilena que triunfa Bollywood: Jennifer Mayani!


Cuando escuchen por ahí a alguien decir:: «Hay un chileno en cada parte del mundo…!» Sí, tienen que creerlo! Y Jennifer Mayani es una prueba más de ello. Y aquí en ZOOM: BollywoodChile le presentamos su cinematográfica historia!

Ésta historia comienza en Santiago de Chile, hace aproximadamente ocho años: Jennifer Mayani, estudiante de Ingeniería Comercial de la Universidad Andrés Bello, proveniente de Punta Arenas e hija de los comerciantes hindúes: Prem Mayani y Nisha Mayani, decide concursar en el popular desfile estival de moda llamado «Cachantún Model». Jennifer no estaba contenta con la tranquila vida de estudiante que llevaba hasta ese momento y quería probar otros caminos. Así que tomó la decisión de participar en el concurso de modelaje, aunque tuviera que hacerlo en bikini. Grave error. La cultura de la casta Sindhi a la que pertenece su familia le impide mostrarse en público con poca ropa, pero ella, nacida bajo la cultura chilena y acunada por ésta, no le da mayor importancia a dicha prohibición y le comunica a sus padres esa misma noche que aparecerá en televisión, por supuesto sin mencionar el «pequeño detalle» del bikini.

Luego de ver el desfile por la televisión y ver a su hija modelando en bikini frente a todo Chile, los padres de Jennifer se molestan y se comunican de inmediato con ella exigiéndole que regrese inmediatamente a Punta Arenas, (puesto que ella estaba desfilando en Santiago), nada los hará cambiar de parecer y ella lo sabe. Por eso toma un avión a la brevedad  y retorna a la ciudad de donde siempre quiso salir.

“Les avisé porque pensaba que iban a decir ‘qué linda mi hija’. Pero para ellos estuvo pésimo lo que hice, y dolió que no les contara que iba a desfilar en bikini”, cuenta Jennifer Mayani a pocos días de regresar a Bombay, donde se convirtió en actriz de Bollywood, una poderosa industria que produce alrededor de mil filmes al año. Hasta ahora ha actuado en más de 15 cintas, dos de las cuales se estrenaron el recién pasado 2010.  “Es mi primer protagónico”, precisa.

–¿Qué te dijo exactamente tu papá cuando apareciste en bikini?

“¡¿Por qué hiciste eso?!… Nosotros confiamos en ti, y tú haces puras tonteras… Te vienes a Punta Arenas…”.

–¿Lo dijo en castellano o en sindhi, el idioma de tu casta?

En castellano, pero el castellano de mi papá no se entiende muy bien –dice, y reproduce el tono de su voz.

Aunque el español de Prem Mayani no es tan claro como debería ser (puesto que llegó a Chile en 1974, cuando tenía 18 años) su primogénita comprendió perfectamente bien que él estaba hablando en serio y que ya no había vuelta atrás.

Después de todo el revuelo del desfile, Jennifer comenzó ahora a estudiar Turismo, convencida de que tal vez esa sería su oportunidad de cambiar de rumbo, pero su elección no la satisface del todo; intenta luego participar en otros concursos y al mismo tiempo ayudaba en el negocio de su familia, pero nunca obtuvo lo que realmente ella necesitaba para ser una mujer completa y feliz. Y así continuó viviendo hasta que un día su boca pronunció las palabras que sus padres siempre quisieron escuchar: «ME VOY A INDIA A BUSCAR MARIDO…». Jennifer sabía perfectamente que esa era la tradición milenaria no sólo de su familia, sino de cualquier indio que apreciara su cultura y Jenn saca pasaje a Bombay.

“Baño, mamá; baño, mamá…”

Ahora la historia sigue en la capital india. Ella y sus abuelos maternos, Lalchand Karnani y Sunita Karnani, hojean el diario, se detienen en la sección de avisos y marcan aquellos que prometen algo parecido a: “somos casamenteros. Ven y revisa nuestros catálogos y encuentra al amor de tu vida”. Para la India ese es un anuncio absolutamente común y corriente. Y así lo hace. Revisa decenas de catálogos en los que aparece la foto del candidato además de algunas coordenadas personales como el nombre de la casta a la que pertenece (sólo puede elegir uno de su misma religión), color de ojos y de pelo, estatura y, por supuesto, el sueldo que recibe.

Mira cientos de retratos y selecciona a sus potenciales esposos. Primero lo hace junto a sus abuelos y dos meses después se suma su madre. El rito continúa en el lobby de un hotel o en un coffee shop, hasta donde el elegido llega con sus parientes. “A veces iban con la familia entera, como diez personas, entre abuelos, tíos, padres y hermanos. Era tremendo; tenía que saludar y sonreírles a todos”, cuenta Jenn.

–¿Ibas vestida de una manera especial?

No, con jeans y polera. Mi mamá me pidió que fuera con salwar kurta o sari (ropa tradicional india), pero le dije: “No, porque vestida así no soy yo. Si me voy a casar con alguien que me conozca tal cual soy”.

–¿Cómo es el ritual del primer encuentro?

–Te dan entre cinco y diez minutos para hablar con el chico y empiezan las preguntas: “Hola, cómo te llamas, qué haces, por qué no estás casado…”, todo en inglés. Me las sé de memoria, porque durante estos años me he entrevistado con muchos hombres. Te juro que deben ser más de 150. Después de dar una vuelta regresas con tu familia. Cuando me empezó a acompañar mi mamá acordamos una contraseña: si le decía ‘casa’ quería decir que el tipo me había gustado y que podíamos hacer una segunda cita; si decía ‘baño’ significaba lo contrario. Siempre dije ‘baño’. “Baño, mamá; baño, mamá; baño, mamá…”. A veces me reunía con tipos de 28, 29 o 30 años y les preguntaba: “¿Has pololeado alguna vez?”. Y me respondían: “No, nunca he dado un beso”. Después le comentaba a mi mamá: “Este es un mentiroso, no me quiero casar con él”, y ahí decíamos ¡¡Next!! (el siguiente).

–¿Escogías hombres guapos?

«Sí, eran guapos, pero a mí me gustan rubios y de ojos azules, y nunca encontré uno así en India, como de esperarse…»

–¿Estuviste a punto de decir “este podría ser”?

–Sí, dos veces. Uno de ellos era de España y me gustó mucho; era loco igual que yo, le gustaba salir y éramos bien compatibles. Él muy español y yo muy chilena, pero en ese tiempo tuve que volver a la casa de mis papás y se enfrió todo. Hace poco supe que se había casado.

–¿Les llamaba la atención que fueras actriz de cine?

Sí, y les parecía mal. En mi cultura no se ve bien.

–Entonces tenías pésimo currículum para casarte.

Pésimo. Creo que me conocían sólo por curiosidad; por saber quién era esta mujer que aparecía en las películas.

Una gigantografía en Bombay

Jennifer Mayani no sólo se ocupa de revisar catálogos y de concurrir a citas casamenteras. Bombay también es una fiesta y la chilena comienza a frecuentar algunas. Y en una de ellas se inicia el tercer capítulo de su historia. Entre baile y baile conoce a algunos productores de moda y al poco tiempo desfila en el Hyatt para Provogue, una marca de ropa local. Asiste a nuevas fiestas, llama la atención de un fotógrafo y su retrato aparece por primera vez en las páginas sociales del diario Bombay Times, el más vendido de la India. Como aún no es conocida, la lectura de foto sólo la identifica como modelo. Así lo atestigua el recorte que conserva junto al resto de artículos (más de cien) que se han escrito sobre ella en los diarios Calcutta Tribune, Bombay Times, Hindustan Times, Mirror, y en las revistas Cosmopolitan y Vogue Indias.

Comienzan los llamados de las agencias de publicidad. “Iba a las pruebas de cámara. No sabía cómo hacerlo y decía: ‘Voy a ser fuerte; voy a aparentar que sé’. Y quedaba”. Una marca de autos de una multinacional norteamericana; una gaseosa de distribución mundial; una empresa de celulares coreana, una reconocida compañía de computadores, y un perfume femenino están entre los trabajos publicitarios que ha realizado. Park Avenue, firma india especializada en ropa elegante de hombre, también la escogió para una campaña. “Cuando vi la gigantografía en una de las calles de Bombay me quedé mirando como por dos horas. No lo podía creer… Nunca había hecho algo así”.

–En los comerciales te ves como si tuvieras bastante experiencia. ¿Cómo te fuiste dando cuenta de que podías posar para una cámara sin haber estudiado?

Me salió de manera innata y los fotógrafos también me ayudaban: “Que mira para allá, que ponte así”. Supongo que cuando tienes una pasión te sale natural.

–¿Te daba pudor al principio?

No, nada. Me ponían una cámara y yo, empezaba a posar.

–O sea que lo empezaste a pasar bien.

–Sí. Es que es lo único que me gusta hacer.


Dos segundos, nada más

“Audicioné para un papel chiquitito donde tenía que bailar con el protagonista. Eran como dos segundos, nada más, pero pensé: ‘Quiero estar en Bollywood’, y quedé”, cuenta sobre Dus Bahane, su primer trabajo cinematográfico (2005). Después vendrían Hey Baby (una versión bollywoodense de Tres Hombres y un Biberón), Om Shanti Om, Good Boys and Bad Boys, Shikar, Season’s Greetings, Apartment y Page 3. “Las otras tienen nombre en hindú”, se excusa.

Ya estaba instalada en Bollywood y su padre lo aprobaba. No sólo porque entre rodaje y rodaje seguía buscando marido –aunque continuaba repitiendo “baño, baño, baño, baño…” –sino porque se trataba de un ‘cine blanco’, donde no había besos, sexo, drogas ni desnudos. Ni siquiera bikinis. “Hay algunas películas en las que hay sexo, pero son consideradas pornográficas y no se muestran en las salas”.

–¿Te gustaría estudiar actuación?

No. Yo pienso así: si me llega trabajo, me llega. Lo que tengo, lo tengo. He recibido tanto de la vida que puedo morir tranquila. Y si me toca algo más grande, bienvenido.

–Veo que apareces habitualmente en los diarios. ¿Qué significa ser famosa en la India? ¿Qué pasa si te reconocen?

Siempre ando en auto, porque no se puede caminar. Si alguien llega a reconocerte vienen miles de personas, y te atacan y no sabes qué hacer. Me pasó una vez en un aeropuerto, con otras modelos. Si voy a un mall algunos me reconocen y me piden autógrafos. En las fiestas todos me identifican.

–¿Cuando encuentres esposo dejarás de actuar?

Creo que sí, sobre todo por el tema de las guaguas, además de que mi cultura me lo impide.

–¿Podrías trabajar con tu marido?

Si encuentro a alguien del medio creo que sí, pero es difícil. Mis papás están buscando a un hombre de negocios, y que se venga a Chile a trabajar. Y la verdad es que también busco lo mismo, porque al fin y al cabo, ¿cuántos años más me quedan en Bollywood. ¿Dos? ¿Tres?

–Entonces siempre has tenido claro que es una carrera corta.

Sí. Allá es normal que no te llamen después de los 35 años. Sé que va a llegar ese día y lo tengo asumido. Diré: “Lo pasé bien, hice lo que quería, ya es hora de estabilizarse”.


Actualmente Jennifer está radicada en Chile.
Después del fracaso de su reallity show «40 o 20» del que fué eliminada, Jennifer se quedó en su país natal para seguir probando suerte en la televisión criolla, apareciendo momentáneamente en varios programas de farándula.

«UNA CHILENA SUELTA EN BOLLYWOOD»

Crónica del estelar noticiario de TVN

JENNIFER EN LA WEB



Comentarios en: "Una Chilena en Bollywood!" (5)

  1. Que afortunada!!!
    Bien por ella caray!!

    ayyyyyyy si hasta conoció en persona a SRK y a Hrithik Roshaaaaaan!!!!!!!

    que envidiiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!

  2. hahahahahjhaha!
    anoche vi el programa y el Uri bien mal que la trató!!
    pobrecitaaaaaaaa
    mira que decirle: «a nadie le importai Jenni»
    poooooooobreeeeeeeee Jenniiiii!!!
    Ojala en la eliminacion lo echeeee!!

    Saluditoooooos!!
    el blg està geniaaaaaaal chicos!

  3. le gustan los ojos azules, y rubios es obvio q se va a quedar con el ARGENTINO EL JOSE LUIS…

  4. pobre jeni…
    la echaron con viento fresco del reality… :/

  5. Desearia estar en sus zapatos….que suertuda es…poder estar alla…y ver todos los actores indues…

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